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Caminas sereno por la vida con la mente siempre tranquila. Ninguna cosa corrompida gracias al sol que ilumina. Pero el sol debe marcharse no puede quedarse contigo. Ahora hay que cuidarse mas no llevo luz conmigo. Toda luz desaparece y con ella la alegría. La oscuridad aparece y el mal llegaría. Sientes la presencia del mal que ahora acecha. Actúa con prudencia ante la amenaza hecha. Comienzas a huir asustado del mago de la oscuridad. No lanza un hechizo dorado sino uno de pura maldad. Todo se pudre y corrompe al contacto del hechizo. El mago muy feliz rompe todo el bien que se hizo. Agotado y sin espera

Cronos te devora poco a poco el alma desvanece hasta apagarse pedazo por pedazo hasta que te vuelves loco y no hay nada que pueda salvarse. El tiempo corre y uno camina la prisa te invade, se olvida la risa trabajo y trabajo, que no se termina el dolor no se va, el punto me grita. Adiós a la cama, adiós a los sueños encarcelas la libertad, emociones no quiero tengo que terminar, vacaciones espero ¿que vacaciones? Libertad no tengo. El sol sube ultimas letras felicidad me cubre el punto me espera.

Desdichado sábado Pasaban de las 9 de la mañana y yo ya estaba despierto. Mientras tomaba algo de café y unas insípidas galletas tuve la primera novedad del día: justo al encender el televisor se estaba transmitiendo una nota sobre un enfrentamiento entre policías y criminales en un poblado cercano a la ciudad en donde vivo. A pesar de que esa clase de sucesos estaban a la orden del día en fechas recientes la noticia me impacto debido a que en aquel lugar se encontraba mi hermana menor realizando su servicio comunitario para la carrera de medicina. Desde que se comenzó a utilizar más recursos par

-Pásame la mermelada- fue lo primero que oyeron sus hijos esa mañana que como todas, empezaba con alguna orden o petición.-Por favor.-suavizó, el menor con una sonrisa tomó el frasquito de vidrio en el que flotaban trozos de fresa y con su mano sobrevolando el altiplano sembrado de platos y tostadas, lo llevó a las manos de papá, quien con una sonrisa tierna y una mirada cálida la recibió, vio entonces el rostro sin pasado del niño y su faz de pronto se manchó de aquel desprecio hacia si mismo que sentía cada vez que debía ir a trabajar, especialmente ese día, sábado,

Sábado… Generalmente el hecho de que mi sábado fuera tan pasivamente aburrido no me habría afectado en lo mas mínimo, a estas alturas me había acostumbrado a estar sola. La gran diferencia era que ahora no tenia porque estarlo, te tenía a ti. Y aun así estaba sola. Es probable que por eso mi querido sábado fuera tan gélido, al amanecer la brisa era cálida gracias al candente sol del norte, pero conforme mi ánimo decayó el clima fue cambiando. El cielo se fue negreciendo, las nubes lo cubrieron todo, estaba hecho. Me deprimí. Es tan molesto que esto pase, cuando no te

Cuando vio el gorrión escapándose, cerró la jaula y la colgó en la esquina de la habitación. Se sentó en la ventana, en el alféizar roto por el tiempo, clavándose alfileres en sus ropajes viejos, y hundió su respiración en aquella nube que cubría su mirada moribunda. Dos días pasaron y, allá, bajo el cartel "La Cortina" se ensombreció la figura de ojos abiertos, ya sin rastro alguno de luz, de ropas enmohecidas llenas de alfileres e hilos desechos. El señor Carlos llegó, y recogió una pluma enredada entre los dedos del anciano. - Suponía que no tardar

Llovía descontroladamente, con una intensidad que nunca había visto antes, las gotas eran tan grandes que herían al caer sobre el cuerpo, y hacían sonar fuertemente a todo con lo que entraban en contacto. Yo seguía corriendo. El viento soplaba tan intensamente que parecía presumir su propia fuerza. Blandía árboles y letreros, arrojando todo lo que podía hacia lugares inexistentes. Todo tenía tan poco sentido que incluso la luz del ocaso se proyectaba a través de las nubes en más colores de los que puedo imaginar, tantos, que el propio arcoíris se encontraba confundido. Mi respi

No habría nada más engorroso que comenzar este escrito con la frase "un amigo me contó...", o "cuenta la leyenda que...", porque los amigos siempre exageran y las leyendas nunca se sabe si son ciertas. Esta historia, por contraste me pasó a mí, tiempo atrás, cuando el rey y la reina eran lo más importante en mi vida. Ahora ya senté cabeza. Mi esposa es mi reina y mi hijo es el pequeño rey de la casa que con la máxima autoridad de un beso hace cumplir sus soberanos caprichos. Pero no así hace unos 10 años, cuando vagaba libre por las calles de la alameda de la Ciudad de México.

  Instrucciones para romper el corazón propio.  Enamórese de una mujer. Idealícela. Imagine lo que haría y lo que no, las infinitas posibilidades de goce.   Sáquela a pasear en sueños, reproduzca una cena familiar en su mente alguna noche impar cinco minutos antes de ir a dormir.   Dibújela, hágala reír y ría con ella; ámela; procure usar su entorno como confidente, testigo de una derrota anunciada. Tema, tema mucho; hasta temblar con la sola mención de la palabra "confesión".   Conviértala en su musa inspiradora; compóngale

Era la hora del ocaso y los resplandores de bronce se colaban por el amplio ventanal. Lord Ramiro Vanderloph encendió su pipa y se sentó en el mullido sillón al lado de la chimenea, sus ojos grises se pasearon por los estantes que cubrían casi todas las paredes de la vetusta biblioteca. Recordó la historia de su familia: Según la leyenda se decía que su bisabuelo el aventurero Ramiro Vanderloph, había dado muerte en un duelo al Conde Vradleska, dueño original del castillo y vil tirano de quien además decían los supersticiosos campesinos, era un vampiro. Luego los habitantes de la aldea,